Política
El lector activo

| Miguel Ángel Huamán | Mayo 08, 2025
No escogimos entre las últimas contribuciones al análisis pragmático o performativo de la literatura, sino a uno de los primeros aportes, el de Teun A. van Dijk Estructuras y funciones del discurso. Una introducción interdisciplinaria a la lingüística del texto y a los estudios del discurso. Este libro recoge las conferencias pronunciadas en la Facultad de Humanidades, de la Universidad de Puerto Rico, en Río Piedras, en abril de 1978 y publicados en español por Siglo XXI Editores, México, en 1980. Fue uno de los primeros manuales en español de análisis que difundía los aportes de la pragmática desde un enfoque interdisciplinario que entiende lo literario como un uso de la lengua en términos de actos de habla. Es decir, supera la perspectiva centrada en el mensaje descriptivo o significado referencial al focalizar los posibles efectos del uso de las palabras y las funciones sociales del discurso en la interacción comunicativa literaria, que posibilitan la comprensión inferencial del discurso. En lugar de centrarse en el tema (información oracional conocida) se concentra en el rema (información nueva o implícita) de una semántica cognoscitiva que supera a la semántica gramatical por restrictiva y limitada.
Un discurso estético no tiene un solo tema o asunto, sino posiblemente una secuencia de temas o asuntos, que se expresan también en un resumen del discurso. Podemos encontrar un tema en un párrafo, en una página o en un capítulo, así como en un libro entero, según el nivel de "globalidad" que se escoja para caracterizar el contenido del discurso. Del mismo modo como un enunciado concreto en una conversación no puede ser comprendido plenamente (p.e. “No te paltees”), por el hablante solo con el conocimiento de la gramática y la semántica de la lengua, así el lector que pretende comprender y analizar un acto de habla literario específico debe poseer vasta experiencia socio-cultural en las prácticas conversacionales sociales. Solo así puede descifrar el efecto mental específico que genera en el interlocutor para su plena comprensión de su acción o función comunicativa. En tal sentido, el análisis más que interpretar sintáctica y semánticamente el texto debe explicar su sentido y su significación en el devenir de una tradición literaria y artística. Vivencia que ninguna IA puede asumir porque carece de corporalidad y conciencia de los límites de la propia vida. La información y su posible nueva combinación no consigue la innovación creadora del arte literario, su perspectiva disidente y crítica que constituye la esencia de la sabiduría humana.
Todo cuento posee un esquema narrativo denominado superestructura que caracteriza su forma global como discurso. Este define el orden y las relaciones o reglas de su conformación como relato para su lectura crítica. El título del texto aparece como el primer punto del análisis porque conduce a evitar la visión limitada semántica y sintáctica al propiciar recuperar una macroestructura, como en una historieta permite asumir la sucesión de viñetas o escenas como una unidad. La significancia o totalidad de efectos de sentido en tanto conjunto estructurado es recuperada y posibilita superar la óptica semántica que sólo especifica las reglas abstractas y la interpretación aislada de las oraciones del texto, pero no da cuenta de la de todos los procesos cognoscitivos utilizados en la producción, indispensables para una comprensión del discurso en acto. La aplicación de la regla pragmática de la supresión elimina las presuposiciones con lo que cada aspecto sintáctico adquiere importancia al remitir a un marco cognoscitivo conocido por los miembros de una comunidad de lectores que opera como un conjunto unificado. Esto explica como breves textos como los relatos de Monterroso con el mismo significado o mensaje (tema) renueven sus interpretaciones en el devenir histórico y simultáneamente posibiliten inferir efectos innovadores (remas) constantes en cada encuentro estésico o configuración del orden sensible inherente al uso estético de la palabra. El secreto consiste en el contexto social donde se inserta la lectura del discurso, que determina las variaciones socioculturales en la continuidad de su recepción.
Compartimos ahora la experiencia de consulta con un Chatgpt especializado sobre el mismo texto:
Analiza, según la teoría de Van Dijk referida a la estructura y funciones del texto narrativo, el siguiente cuento:
El dinosaurio
Al despertar, el dinosaurio todavía estaba ahí.
«1. Superestructura (Esquema narrativo) Van Dijk señala que los textos narrativos suelen seguir una estructura prototípica con las siguientes categorías:
Situación inicial: un personaje se encuentra en un estado circunstancia determinada.
Complicación: un evento o acción altera esa situación.
Resolución: se presenta una solución o desenlace.
En “El dinosaurio” la superestructura está condensada al extremo: situación inicial: se da a entender que un personaje estaba dormido. Complicación: Al despertar, que el dinosaurio sigue allí. Resolución: no hay una resolución explícita, lo que genera ambigüedad y abre múltiples interpretaciones.
2. Macroestructura (significado global) La macroestructura se refiere a la idea principal que organiza el texto. Aquí, el cuento plantea un enigma central: ¿qué representa el dinosaurio? Algunas interpretaciones posibles incluyen: un peligro o amenaza persistente, un elemento de continuidad en la realidad del personaje, una metáfora de una situación inmutable, una alusión a la historia política o social.
3. Microestructura (elementos lingüísticos) A nivel microestructural, el cuento se destaca por su economía verbal y sus estrategias discursivas: Uso del artículo definido (“el dinosaurio”) que sugiere que el lector ya debería conocerlo. Uso del pretérito (“despertó”) y el imperfecto (“estaba”), lo que da la sensación de continuidad en el tiempo. Oración breve y sencilla, pero con un impacto significativo en la interpretación.
Conclusión
Desde la perspectiva de Van Dijk, “El dinosaurio” presenta una estructura narrativa mínima pero funcional, en la que la omisión de información esencial invita a la interpretación activa del lector. Su superestructura sigue el esquema narrativo básico, su macroestructura es abierta y polisémica, y su microestructura destaca por la concisión y el uso de recursos lingüísticos que generan ambigüedad y profundidad».
Podemos confirmar que la respuesta de la IA, a pesar de acceder a información más especializada, se limita al contenido explícito y referencial de las fuentes. Lo interesante de la solución radica en que ilumina un rasgo de todo uso de los datos sin mediación humana: carece de valoración de una conciencia histórica al considerar en términos abstractos la información validada solo por su presencia en la memoria. Por ejemplo: el esquema situación-complicación-resolución adquiere consistencia específica y sentido en las diferentes etapas del proceso de la tradición literaria, lo que se obvia al indicar solo su condición abierta. Los cuentos de Monterroso anclados en la modernidad narrativa transforman precisamente la fábula al transferir al lector el inferir la moraleja del género. Esto no implica una conclusión abierta, sino todo lo contrario: explicitar lo comunicado, pero no lo dicho.
Asimismo, la solución manifiesta el fracaso del Chatgpt en relación al uso simbólico o perlocutivo del lenguaje literario, focalizado en el efecto estético que pretende generar, que la condición impersonal y referencial de la respuesta no considera, al asumir que el discurso literario no se diferencia del uso comunicativo referencial, descriptivo y constatativo. Motivo por el cual enuncia de modo general información deducible que oculta la función crítica y disidente del discurso literario, al enfatizar en la figura del dinosaurio como “enigma central” diversidad de significados: “un peligro o amenaza persistente, un elemento de continuidad en la realidad del personaje, una metáfora de una situación inmutable, una alusión a la historia política o social”.
En el estadio actual de la actividad creadora el lenguaje simbólico del arte y la literatura es un lenguaje de la ficción. Este no modifica el significado de las palabras, sino que lo sitúa en otro ámbito, en otro mundo, donde sí es posible la verificación de su existencia: un mundo de ficción. Los actos de habla literarios exigen asumirlos como cuasi-actos que se emplean en circunstancias imaginarias en las que suspenden las condiciones habituales del habla normal, por lo que el criterio de verdad en la literatura pertenece a una dimensión y conocimiento diferente: al conocimiento estético. En este sentido el estatuto lógico del discurso de ficción estético literario se emparenta con el discurso lógico de la ciencia, con la única diferencia de su objeto de análisis: fenómenos objetivos e intersubjetivos que otorgan a sus ficciones un parentesco complementario. La verdad en el mundo natural (biósfera) y la comprensión en el mundo cultural (semiósfera).
En conclusión, hay un vínculo estrecho entre el descubrimiento científico y el artístico literario, ambos son simulaciones imaginarias, que sometidas a la experimentación o falsación incrementan el conocimiento porque la verificación empírica requiere siempre de una visión simbólica previa. En ambos casos se requiere de un lector activo y participativo que no es un simple descodificador del mensaje, sino que completa imaginariamente la ficción sobre la base de su disposición creadora, produce interrogantes productivos y complementa su sentido y lo expande. La pregunta que sin duda se están formulando es precisamente si un Chatgpt más avanzado y no gratuito podría con las indicaciones más precisas realizar dicha tarea sin dificultad alguna. Tema de nuestra próxima entrega.
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