Política

Cocina Perú: they just don’t get it

En las últimas semanas, algunos seudo intelectuales han cuestionado lo importante que es la comida peruana en el orgullo nacional. Lo claro es que la comida peruana ha logrado lo que no ha hecho el cine, la literatura, la música o la pintura... y eso es fusionar todas las razas que conviven en nuestro diverso y rico país.

Peruanitis, por Omar Benel   |   Omar Benel   |   Marzo 08, 2012

Recientemente estaba conversando con un amigo por Facebook y me dijo que no es posible que el Perú base su identidad en los anticuchos. Me decía que no era posible que nuestro país sea un buen país simplemente porque se `come rico´. Quizá tenga algo de razón, pero no creo que la comida peruana tenga la culpa de lo que los políticos y empresarios hagan con ella. 

Sin embargo, para mi sorpresa lo que si veo es que hay gente que aún no comprende lo que ha conseguido la cocina peruana. They just don’t get it, es decir, no la mayan, no la agarran, no entienden.

Olvídense de Gastón, olvídense de la internacionalización, de la fama, de la Marca Perú, del negocio, de los restaurantes, del dinero que se mueve, de lo que digan los extranjeros sobre la cocina peruana. Olvídense de todo eso. DETÉNGANSE. Piensen y van a ver —si es que algunos se esfuerzan— que el logro de la cocina peruana sigue incólume a pesar de todo.

¿A qué me refiero? A que la cocina peruana ha logrado lo que no ha logrado el cine, la música, la pintura, la literatura o el teatro en nuestro país, y eso es fusionar todas las razas, todas las culturas, todas las regiones del país y hacer del resultado un producto nuevo, original: PERUANO. Pero, claro, they just don’t get it. 

¿Ha sido necesario Gastón para ese logro? Para nada, no creo que ni él mismo lo crea. Porque ese es un logro, un objetivo que no fue impuesto, es algo que simplemente sucedió a través de los años, de las décadas y hasta de los siglos. Y sucedió porque mujeres y hombres se las ingeniaron para dar de comer a sus hijos con los productos que tenían a la mano. Y lo más extraordinario es que se dio de manera espontánea, así como surgen las ideas. Pero claro, they just don’t get it.

¿Qué es sino el ají de gallina? No es acaso una comida de esclavos africanos a quienes los señoritos colonizadores le daban pan duro y sobras y menudencias de pollo. ¿Qué hicieron ellos? Le metieron el ají amarillo que no existe en otras tierras y después de experimentar hicieron el plato que todo el mundo conoce y disfruta. ¿Por qué no pasó eso en Colombia donde también hubo esclavitud y colonia? Piensen seudo intelectuales, piensen. 

¿Qué es sino el cebiche? Pescado de los mares de la costa, camote y choclo de los andes, cebollas y limones, ambos productos del oriente y medio oriente traídos por los europeos. No es acaso un producto nuevo, original, PERUANO. Pero claro, they just don’t get it.

Quizá el único que ha logrado lo que ha logrado la cocina peruana es César Vallejo en la poesía. Con mucha razón José Carlos Mariátegui se refiere a él como `el poeta de una estirpe, de una raza´. Con Vallejo de verdad se inicia la poesía peruana por el simple hecho de romper con los moldes clásicos españoles, que los demás poetas repetían cual oveja sigue al rebaño. 

Vallejo logra sonar peruano sin usar palabras en quechua, sin recurrir al indigenismo, sin mencionar casi los Andes, sin renegar del `pasadismo perricholesco que añora el virreinato´ como decía Mariátegui. Simplemente está ahí, en la alquimia de sus versos, en su tono quejumbroso y bucólico, en su pesimismo hermoso, en su `spleen´ peruano. Y la ironía es que Vallejo es el más peruano de los poetas y al mismo tiempo el más universal. Pero claro, `they just dont’t get it´.

 

Foto: donlucho.com

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