CULTURA
El otro lado de la balanza

APUNTES COTIDIANOS | Claudia Incháustegui | Abril 05, 2021
Ver el desempeño óptimo de Verónica Mendoza y Keiko Fujimori en los debates electorales y resaltar su trabajo sobre el resto de candidatos me es incómodo. No porque tenga simpatÃa o rechazo por alguna, sino porque todos los candidatos debieron dar la talla y como peruanos nos merecÃamos una pizca de respeto.
En estas elecciones generales las dos únicas mujeres aspirantes al sillón presidencial han demostrado que se han tomado en serio el papel por el cual compiten. Nos han hablado con firmeza y seguridad. Han respondido con acierto cuando alguno intentó subestimar su postura o condición. Y aunque el precio de ser mujer y hacer polÃtica en el Perú signifique prepararnos más para convencer —comparada a una mayorÃa de sujetos que solo se prestarán para hacer el ridÃculo, estirar las manos o insultar a bocajarro— es tiempo de aplaudir a quienes tuvieron la valentÃa de presentarse por un partido polÃtico y competir en este ámbito tan marcado por la presencia masculina.
SerÃa mentira afirmar que ambas candidatas merecen el mismo nivel de admiración, para ello tendrÃamos que hacer un balance entre su pasado y su presente, un cuadro comparativo de propuestas reales y entorno respetado. Una rúbrica para detectar quién tuvo más investigaciones o procesos en curso. Una evaluación a su nivel reputacional y hasta una prueba urgente que mida quién tiene más sangre en la cara.
¿Se puede comparar a una candidata que estuvo presa por ser considerada lideresa de una supuesta red criminal con otra que nunca ha pisado una cárcel?, ¿se puede comparar a la heredera de un partido que hizo campañas con dinero sucio con otra que se ha tomado el tiempo de construir un nuevo partido por el Perú?, ¿es posible comparar a Keiko Fujimori con Verónika Mendoza?, ¿a una derecha corrupta e igual a los anteriores gobiernos con una izquierda democrática dispuesta a conversar con todos los sectores?
En esta contienda necesitamos una oferta de candidato que tenga dos caracterÃsticas: estar limpio de cuestionamientos por temas de corrupción y tener un lado humano que sume al crecimiento y cambio del paÃs. ¿Basta ser solo mujer? No.
Si estas candidatas representan los dos lados que tiene la polÃtica de nuestro paÃs, entonces a simple vista reconocerÃamos cuál es aquel lado tóxico que ya no necesitamos. Y bajo esa premisa, ese mismo cuidado también deberÃa darse al momento de elegir nuestras opciones para el Congreso.
Sin embargo, ¿cuánta seriedad le han dado los partidos polÃticos a la presencia de las mujeres para esta campaña electoral? Pese a la aclamada paridad y alternancia, lamentablemente también existieron candidatas elegidas al azar (o por Zoom), con cero trayectoria polÃtica o de trascendencia local, cuyos nombres solo rellenaron listas para acompañar a otras bestias polÃticas que sà tienen mejores posibilidades para alcanzar esa soñada curul.
Si hablamos de la región Lambayeque, se estima que para el próximo Congreso sean tres las futuras parlamentarias elegidas por la región. De las opciones propuestas en los 18 partidos es válido resaltar la presencia de luchadoras sociales hasta exautoridades polÃticas cuya labor fiscalizadora se recuerda hasta hoy.
La participación de las mujeres tanto en cargos polÃticos como en espacios públicos con el tiempo ha mejorado y ha tenido buenos ejemplos como la exministra MarÃa Antonieta Alva y grandes decepciones como la exministra Pilar Mazzetti.
En tiempos donde la violencia de género y los feminicidios se han visibilizado en gran proporción hemos tenido representantes polÃticas mujeres que han hecho poco o nada por nosotras. Por lo tanto, urge que las futuras autoridades contribuyan a la lucha contra la violencia de la mujer y apoyen a esas medidas que favorezcan los derechos de todas las personas. Necesitamos que más mujeres honestas y con ese espÃritu de trabajo cooperativo del paÃs y la región pierdan el miedo y se involucren en polÃtica partidaria.
Estamos a seis dÃas de las elecciones. Los resultados de las últimas encuestas son fotografÃas de esa realidad diversa de nuestro Perú. ¿Dejaremos que los mismos de siempre nos gobiernen? ¿Apostaremos por una opción diferente y necesaria para lo que buscamos como paÃs? ¿Dejaremos pasar a una de las opciones más claras que tuvimos en los diferentes debates trasmitidos por señal abierta? ¿Negaremos con nuestro voto que Verónika Mendoza es el mal menor o la opción más acertada para lo que necesitamos?
Necesitamos comernos el pleito en esta elección y asegurar una mejor presencia del género femenino para las elecciones municipales y regionales del 2022. Involucrándonos y siendo parte de este lado de la balanza entenderemos mejor el sistema, buscaremos las mejores maneras para transformarlo y asà en el futuro tendremos a más de una Verónika Mendoza, sea de izquierda o derecha, disputando la confianza del electorado y menos “tapersâ€, “chibolines†y “porkys†peleando un primer lugar.
Compartir en
Comentarios
Déjanos un comentario
Visita mas contenido
Da clic Aquí para que revise otras publicaciones sobre Cultura