Política

El gobierno de la delincuencia

La columna del director   |   Gerardo Carrillo   |   Enero 27, 2015

Mientras el ministro “payaso” Daniel Urresti sueña con su programa a lo Hugo Chávez, insulta a medio mundo embriagado por el poder y tuitea memes con trasfondos machistas, en urbanizaciones, en pueblos jóvenes y en el centro de Chiclayo (como en el resto del Perú) a primera hora “cuadran” a una señorita o un anciano, a media mañana asaltan varias tiendas y carros estacionados o en movimiento, por la tarde le roban su smartphone o su sueldo a alguien, por las noches desfalcan grifos u hostales, en las madrugadas “limpian” casas y tiran a un descampado el cuerpo de otra víctima de la inseguridad nacional (nadie se salva, ni autoridades ni exautoridades ni personajes famosos, como se ha visto con mayor intensidad en los últimos meses). 

Esto demuestra que el gobierno del “títere” de Nadine ha sido un retroceso, un fracaso, en la lucha contra la delincuencia. Eso dice la señora de la esquina, lo cuentan en sus muros feisbuceros o tuiteros asaltados, de eso reniegan los “pulpines rebeldes” que votaron por él, lo afirman los medios periodísticos y las encuestas (en promedio, según Datum, 62% de peruanos cree que la delincuencia fue el principal problema del actual gobierno el año pasado). Y como reflexionan varios ciudadanos: “Solo basta preguntar a las personas de tu entorno y encontrarás a un familiar, compañero de trabajo, vecino, amiga o amigo asaltado recientemente”. 

Eso es indudable y lo compruebo: hace unos días robaron a media mañana una de las oficinas que alquila mi madre en el centro de Chiclayo (llegó la policía, tomó registro y se fue diciéndole: ¡cuídese señora, volverán!). Hace unos días el hermano de una compañera de trabajo dejó su auto en el centro, le reventaron el vidrio y se llevaron lo que había adentro (el mismo estilo que usaron con Gastón Acurio hace unos días). Hace poco también le robaron a un amigo su cámara fotográfica, una de sus herramientas de trabajo, luego de una entrevista en Casa Andina, cerca a Los Parques, zona donde siempre ocurren asaltos no solo a los residentes sino también a turistas y a los alumnos del centenario San José. 

Otros amigos de zonas como Remigio Silva, PJ Carlos Stein, PJ Elías Aguirre, PJ 9 de octubre (por citar algunos), me han narrado experiencias suyas, de sus vecinos, de la gente que pasa por allí. Uno de ellos me dice ayer sin ocultar tal temor en su expresión que es inevitable citarlo: “Casi a diario escucho el grito de alguien asaltado cerca de mi casa”. De terror. 

Felizmente, al ministro del Interior (de su ego) se le nota “concentradísimo” en sus deberes, como mejorar cada día el plan de seguridad ciudadana al milímetro, limpiar a la policía nacional de los “choros” que abundan allí (es una de las instituciones más corruptas junto al Poder Judicial y el Congreso), encerrar y no cobrar a los narcotraficantes que tienen sus tentáculos en diversas instituciones (mejor despenalicen antes de padecer como México), capturar a las innumerables bandas que operan en nuestro país (y con comodidades desde la cárcel). 

El país está en emergencia, la delincuencia se apodera cada día más de las calles y la nueva competencia de “Melcohita” y “Cachín” (como bien precisa el periodista César Hildebrandt) sigue tuiteando, palabreando, distrayendo… con el amén de Ollanta y Nadine.

Foto: Daniel Urresti fan page.


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