Política

Papelón en Torre Tagle

La llegada, recién cancelada, de una fragata inglesa a nuestro mar generó el malestar de la Argentina. Y a pesar de tener el permiso del gobierno y del Congreso, el canciller Rafael Roncagliolo generó un impasse mayor al afirmar que –en solidaridad al país sudamericano, el mismo que le vendió armas a Ecuador en la Guerra del Cenepa– no podía anclar en ningún puerto peruano. Ahora puede ser acusado constitucionalmente.

Peruanitis, por Omar Benel   |   Omar Benel   |   Marzo 20, 2012

Torre Tagle tenía ganada una buena reputación, pero ahora con una sola decisión se trae abajo años de trabajo y de esfuerzo. La actuación del canciller Rafael Roncagliolo es lamentable, por no decir patética en el tema de la visita de una fragata británica al Perú que irritó a los argentinos.

Primero, quiero decir que sí apoyo a Argentina en su lucha por la soberanía de las Islas Malvinas. No por una cuestión de orgullo sudamericano ni mucho menos, sino por una cuestión de sentido común. Las benditas islas están pegadas a Argentina y a millas de distancia del Reino Unido. 

Segundo, dicho esto no quiere decir que nosotros debamos cortar o estropear las relaciones o dejar de ser diplomáticos y amigables con los británicos. Resulta que ahora la visita de una fragata británica al puerto del Callo irrita al gobierno argentino y por eso nosotros debemos cancelar la visita británica al Perú. Es más, ya la cancelamos. 

El asunto es muy grave porque la visita ya estaba acordada, es decir el gobierno peruano la aprobó y ahora se desdice, se retracta de una decisión ya tomada. ¿Y por qué se retracto? Resulta que el gobierno argentino y un sector de su prensa (y seguro de su población) sienten que el Perú no es solidario porque recibe una simple visita de una fragata británica. Ahora resulta que los peruanos para recibir visitas extranjeras debemos pedir permisos a nuestros ‘patazas’ (ironía) sudamericanos. 

Falta de solidaridad, dicen. ¿No fue una falta de solidaridad la venta de armas de Argentina al Ecuador en plena Guerra del Cenepa y durante el gobierno de Carlos Menem? ¿No era Argentina un garante de la paz en el tratado de Río de Janeiro? ¿Y qué hizo la Justicia argentina? Pues limpió al corrupto de Menem de polvo y paja. ¡Y eso hace poco!

Me parece que somos de culturas diferentes y quizá la palabra solidaridad tiene significados diferentes para unos y para otros. A nosotros no se nos puede acusar de poco solidarios porque en la Guerra de las Malvinas de los 80 el Perú envió aviones y pilotos que combatieron a lado de las fuerzas argentinas. Ningún otro país sudamericano hizo eso. Más bien otros ayudaron a las fuerzas británicas. 

Si los argentinos sienten que la visita de una fragata británica es una falta de solidaridad por qué reciben a tanto artista británico y le rinden tanta pleitesía. Acaso le preguntan a Paul McCartney sobre las Islas Malvinas. Estoy seguro que él les va a decir que se llaman ‘Falkland Islands’. Es bien conocido el nacionalismo del ex beatle. No en vano, McCartney ondea la bandera británica en el escenario después de cada concierto. ¿La lucha por las causas nacionales debería empezar por casa, no?

Pero así vamos. Roncagliolo es un canciller sin carácter y nos hace ver como un país sin carácter que tiene un gobierno sin carácter. Personalmente, digo que Roncagliolo no me representa. Patético.

 


Foto: larepublica.pe

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