CULTURA
CODA: el cine más allá de las palabras

SERENDIPIA | Varykino Aarón | Abril 03, 2022
He terminado de ver la pelÃcula CODA (Héder, 2021) y, sinceramente, las palabras quedan cortas para describir la genialidad de su historia y la puesta en escena de la misma.
El término inglés CODA (Child Of Deaf Adults) se utiliza para describir a los hijos de padres sordos. Si bien es cierto la palabra child se usa para nombrar a los «niños» en inglés, el acrónimo CODA también sirve para referirse a adultos hijos de padres sordos. La salvedad a tener en cuenta es que los hijos no son sordos, sino que tienen la capacidad de oÃr.
CODA es un remake de la pelÃcula francesa La Famille Bélier (Lartigau, 2014), la cual tuvo cierto éxito en la taquilla del paÃs galo, por lo que el productor Philippe Rousselet buscaba adaptarla al mercado anglosajón. Luego de conversaciones con Siân Heder (directora de varios episodios en Orange is the new black), accedió a realizar el film por el cual ganó una estatuilla a mejor guion adaptado.
La historia nos ubica en Gloucester, Massachusetts, hogar de los Rossi, una familia dedicada a la pesca artesanal conformada por 4 miembros, de los cuales ambos padres y el hijo mayor son sordos, mientras que la hija menor, Ruby, es a quien denominan CODA. El relato inicia en un dÃa cualquiera de faena en el mar, en el que vemos como Frank Rossi (Troy Kotsur, primer actor sordo ganador del Premio Óscar, precisamente, este año), Leo Rossi (Daniel Durant, actor también sordo conocido por su papel en el musical de Broadway Spring Awakenning) y Ruby Rossi (Emilia Jones, actriz británica conocida por la serie Dr. Who) se las apañan con la pesca del dÃa que venderán en el terminal horas más tarde. Ruby, a quien todos en la escuela llaman despectivamente CODA, es una chica retraÃda, abrumada por haber sido criada en una familia de sordos de la cual heredó lo que denomina «una forma rara de hablar», pues la discapacidad de su familia tuvo consecuencias esperables en su desarrollo fonológico infantil, lo que la hace sentirse insegura y señalada frente al resto que no tiene ni idea de lo que es una familia con discapacidad auditiva.
Para darles un poco de contexto personal al respecto, debo decirles que yo tengo un tÃo sordo. Su discapacidad auditiva no es un impedimento para que pueda hablar, pero, como nunca ha escuchado los sonidos reales que emite una persona «normal», su forma de hablar es un tanto extraña, como si no tuviera un control real de su aparato fonológico. Suena extraño sÃ, como si tuviera problemas para hablar, pero solo es producto de su incapacidad de escuchar los sonidos del mundo y lo que hace es adaptarse a lo que puede percibir del movimiento de la boca de sus interlocutores. ImagÃnate apagar el sonido de la TV y tratar de tener una conversación leyendo los labios, nada más, no sabes qué dicen, pero te imaginas cómo debe de sonar y tratas de replicarlo sin siquiera poderte escuchar para modular la entonación o la forma en que dices las palabras; asà de complicada es la vida de los sordos. Ojo que no todos hablan el lenguaje de señas y que este varÃa de idioma a idioma, como lo hacen el inglés del español. Tenemos las mismas letras, pero no escribimos ni sonamos igual que ellos, lo mismo es para el lenguaje de señas.
En este panorama tan complicado, vemos la relación que tiene Ruby con su familia. Al ser sordos suelen escuchar la música a todo volumen porque lo que perciben son las vibraciones. El padre, Frank, es un hombre autosuficiente que se siente algo decepcionado por la vida y el trato que recibe de las personas, es fanático del hip hop debido a la gran presencia que tiene el bajo que puede sentir en todo el cuerpo y, con su esposa, lleva una vida sexual bastante activa, la cual suele ser motivo de momentos embarazosos para su hija que puede escucharlos debido al escándalo que hacen. La madre Jackie Rossi (Marlee Matlin), primera actriz sorda ganadora del óscar en 1986 por Children of a Lesser God, es una mujer atribulada por pensar que no es una madre lo suficientemente buena para su hija, se presenta como una figura castrante en varios pasajes del film, como si no quisiera que su hija tomara un rumbo diferente al que tienen trazado como familia. Mientras que Leo, el hermano de Ruby, se muestra como el hermano mayor desdichado porque siempre lo han tratado como un desvalido y no como una persona adulta funcional. Ese es el entorno en el que vive Ruby, quien encuentra en el canto una forma de expresarse plenamente y sin sentimientos de culpa.
La historia también nos cuenta cómo Ruby es sorprendida por su capacidad para cantar, don en el que no habÃa reparado por el entorno en el que se crio. El profesor de canto Mr. V (Eugenio Derbez, La familia P. Luche) ve en ella un prodigio que necesita ser trabajado para poder darlo todo de sÃ, reto que los lleva a formar una relación maestro-aprendiz que saca a relucir los prejuicios y malentendidos que puede acarrear el no ponerse en los zapatos del otro. La historia está llena de momentos en los que la pelÃcula nos adentra en el mundo de los sordos de manera inefable, pasajes en los que hay que estar presente para poder entender lo que significa vivir en un mundo donde no existe el sonido y que la única forma de interactuar con él es a través del lenguaje de señas o de un intérprete que pueda ser su voz.
Sinceramente, siento que escribir esta reseña muestra mi imposibilidad de describir con palabras una obra cinematográfica que brilla por la ausencia de las mismas. Recomiendo mirar esta pelÃcula no solo porque ganó un óscar a la mejor del año, sino por su valor como documento de concientización para entender un mundo ajeno y, a la vez, cercano a nosotros. Recuerdo una vez que estuve en un pub tomando con un amigo y vimos, con envidia, como en la mesa de al lado estaba un grupo de chicos y chicas sordos hablando por señas, emitiendo sonidos guturales y riendo a carcajadas desencajadas; sentà envidia de su diversión e impotencia por no poder acercarme y comunicarme con ellos. Espero que, como a mÃ, esta pelÃcula los ayude a reflexionar sobre las personas con discapacidad auditiva y empecemos a aprender el lenguaje apropiado para conversar con ellos, pues decir algo malo en señas es más fácil de lo que creen, y si no me creen vean la pelÃcula.
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