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Entrevista a la niña mala

  |   Claudia Odar / La esquina de una niña mala   |   Julio 03, 2012

Ante las preguntas, comentarios, invitaciones que recibo, el niño malo de Locheros ha decidido satisfacer un poco más la curiosidad de los fans de esta niña, y en la madrugada del sábado pasado tuvimos una noche de alcohol y chat violento. Aquí una parte de mí.

¿Algunos de los lectores de Locheros y de tu blog dudan aún si realmente es una mujer la autora o es algún narrador que le apasiona ficcionar como si tuviera una vagina?

La acogida de Locheros es bastante cierta, como también la participación de mujeres escribiendo en el portal, que creo ya ha incrementado. Pero hablar un tema o contar experiencias de este tipo es un hecho que pocas mujeres comentan en una provincia aparentemente conservadora. Entiendo la duda, y aquí entro yo: Mica. Sí chicos, soy una chica y me apasiona contar estas historias.

¿Tus relatos son basados en experiencias o también inventas algunas historias o momentos?

Mis historias parten de un momento u ocasión especial. Intento que tú, ella y él se reflejen en cada caricia que puedo deslizar mediante palabras. Sí, son experiencias reales, con algunas dosis de pasión y calor que son buenas para matizar.

¿Cuánto te gusta el sexo?

Me gusta el sexo mucho. Creo que es como una relación a la que hay que conocerla más, cultivarla, y no dejarla nunca.

¿Tienes novio ahora?, ¿él cómo toma lo que escribes? 

Claro que sí. A decir verdad, todos van dedicados a él. Porque la excitación del momento para relatar algo es producto de alguna sensación que él genera en mí. Él aprende a leerme literariamente, sabe que Micaela es toditita para él. Y él también es para mí, es todo un privilegio, para ambos creo jajá.

En tu post Juego de chicas relatas una experiencia con una amiga de la infancia, ¿la sigues viendo?, ¿todavía juegan?, ¿o quizás te gusta matizar ahora con otras?

La veo, sí. Es un tierno recuerdo de olor a frutas frescas que guardo en mi cabeza. Cada una con su vida. Alguna otra... mmm recuerdo una pecosa de sonrisa hermosa... jajá. Esa es otra historia.

¿Te gusta el sexo anal?, ¿y qué es lo que más te estremece cuando sudas sábanas?

jaja qué directo! Claro que sí! Más aún cuando viene de golpe, inesperado y con una avalancha de palabras que enloquecen mi lado más puro. Lo que más me estremece creo que es cuando ellos hacen lo que pidamos y disfrutan de nuestras vaginas saboreándolas y pensando lo felices que podemos ser con una lengua bien cariñosa.

¿Alguna vez te han cogido entre varios?

Sí. Es un episodio que ya contaré. Si hubiera algún club swinger por ahí, no duden en pasarme la voz!

¿Dónde te gustó más (y repetirías): en el sofá, en la escalera, en la playa o en un bus?

Todos fueron fabulosos. Pero algo que nunca me cansaré de repetir es la escalera. Por cierto, hace un rato tuve un encuentro fantástico que me tiene con los pelos de punta!

¿Estás satisfecha con lo que te dan o necesitas un poco del cariño de nuestros lectores?

Si hay cariño de sobra, bienvenido sea. Estoy más que satisfecha con lo que me dan. Pero como dice la frase... "en la variedad está el gusto".

¿A los cuántos años te iniciaste?, ¿cuántas víctimas registra tu prontuario?

Fue relativamente grandecita, ahí conocí al indicado para iniciarme... con hombres así, no importa que te inicies a los 40, siempre vibrarás. ¿Cuántos? Ya te irás enterando.

¿Hace cuánto cultivas la literatura erótica?

Recuerdo un paseo del colegio a mi casa buscando un libro de literatura a los 13 años. Encontré entre el bazar suelo de la Av. Alfonso Ugarte, una revista que me presentó a Anne Sexton. Me encantaron sus poemas, fuertes, candentes, muy "qué me importa si te digo lo que me gusta y lo que no", empecé con poemas, poco a poco nacieron algunos cuentos… y hoy esta esquina, mi esquina.

¿Tus padres han leído tus historias?, ¿leen o saben de tu blog?, ¿qué piensan al respecto?

Bueno, ellos leyeron mi literatura erótica desde el colegio. Les causó sorpresa. Mi padre prefiere seguir viéndome en casa leer un libro o frente a una película. Mi madre es una persona que ha aprendido a convivir con esta expresión. Los lee, se ríe. Recuerdo lo que dijo con mi último post: "ahora recuerdo cuando hablabas de los ojos del marino" (sonrío).

Qué bueno que tengas esa complicidad con tus padres, pero si alguna vez te enamoras y tu novio quiere prohibirte que escribas ¿dejarías los relatos eróticos?, ¿dejarías de ser Mica?

La esencia de una persona es ser como es. Qué importa si no le caes a medio mundo. Si piensan que soy una descarada irreverente. Mis padres me aman, mi pareja también, estoy segura que tú también Gerard, y por supuesto mis lectores. Enamorarse es hermoso y quien te ama te acepta con pasiones, manías y defectos. Soy una persona normal, que amará normal, pero lo expresará diferente. Por lo tanto, chicos lindos, lean bien lo que dije en la última línea de mi último post: "Ahora más que nunca, sigo siendo Micaela".

Además de erotismo, ¿en qué otros temas eres recurrente?, ¿y en qué otros géneros te liberas?

Así como me encanta el erotismo, tengo mi corazoncito para escribir poesía romántica y también algo de poesía oscura, social. Es una expresión lo que percibo de la sociedad y la gente. Pero creo que últimamente mi fuerte es la narrativa, tengo algunos relatos que espero dar a conocer muy pronto.

¿Qué necesitas con mayor locura para encontrar cierta calma: una buena y rendidora pinga, muchos libros o la hoja en blanco lista para ser amada por los dedos de Micaela?

Una buena y rendidora pinga creo haberla encontrado. Necesito la versión masculina de Mica. Que no tenga el pudor de decir me encanta lamer vaginas y que todo el mundo lo sepa. Y mejor aún, que diga, "ustedes son los lectores, yo soy el amo y señor de la niña mala", pero es complicado, la dueña y señora siempre seré yo jajá.

¿Qué piensas de los detractores, de una parte aún conservadora de nuestra región que repudia al blog? (aunque también muchos lo disfrutan)

Todos tenemos derecho a opinar o mantener una idea respecto a algo. El que no coincida con otros no le da motivo a juzgar o mucho menos intentar convencer a la otra parte de que está mal. Eso se respeta. Igual yo los amo a todos, y un par de mamadas a cada uno no les vendrían mal. Disfruten el sexo, mastúrbense, sean ustedes mismos.

 

Foto: La niña mala desde su habitación.

Entrevista: Gerardo Carrillo.

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